LA OBRA HIDRÁULICA ES CONSIDERADA UN HITO EN LA INFRAESTRUCTURA
PÚBLICA DE LA REGIÓN DE ARICA Y PARINACOTA. UBICADA A 70
KILÓMETROS DE ARICA, TIENE UNA CAPACIDAD MÁXIMA DE 18 MILLONES DE
M3 DE AGUA Y UNA SUPERFICIE DE INUNDACIÓN DE 56 HECTÁREAS, LO QUE
ASEGURARÁ LA CAPACIDAD DE RIEGO PARA LAS COMUNIDADES AGRÍCOLAS
Por Andrés Ortiz_Fotos gentileza MOP y Consorcio Dragados-Besalco
El árido paisaje del extremo norte está matizado por los oasis que nacen en el Valle de Lluta, con los cultivos de las comunidades originarias que allí habitan, como el pueblo Aymara y también por el color verde turquesa del agua acumulada en el Embalse Chironta. Precisamente, la nueva obra hidráulica cobra relevancia porque asegurará el agua para el riego en dicho valle, impactado como gran parte del país por 14 años consecutivos de sequía.
La infraestructura de riego tiene una capacidad máxima de 17 millones de m3 de agua y una superficie de inundación de 56 hectáreas, con lo que podrá expandir la superficie agrícola actual de 1.700 a 2.900 hectáreas aproximadamente, con una seguridad de riego del 85%.
Se ubica 70 kilómetros al noreste de Arica y a 1.680 metros de altitud. Se accede a través de la Ruta A-15 y de un camino de 9 kilómetros. Se trata de una iniciativa que tardó más de 10 años en construirse y que requirió de una inversión de la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP de $ 100.000 millones para su construcción, a cargo del Consorcio Dragados-Besalco. En abril de este año, el Presidente Gabriel Boric, junto a la ministra de Obras Públicas, Jessica López, y autoridades de la Región de Arica y Parinacota inauguraron la obra.
MAYOR CAPACIDAD DE RIEGO
El embalse beneficia a 802 regantes poseedores de derechos de agua, quienes verán mejoradas sus condiciones de riego en 515 predios repartidos a lo largo de la cuenca del Río Lluta, en torno a la cual viven comunidades indígenas y centros poblados como Chapisca, Molinos y Sora.
“Los regantes hoy disponen de más agua para el riego y mayores terrenos cultivados, impactando en su económica y proyecciones al futuro”, comenta la seremi de Obras Públicas de Arica y Parinacota, Priscilla Aguilera. “La construcción de esta obra permitirá garantizar la capacidad de riego en el Valle de Lluta, que tiene importantes cultivos, reafirmando la relevancia que posee la infraestructura para mejorar la calidad de vida y generar puestos de trabajo y emprendimientos permanentes, además de impactar positivamente el ánimo de los habitantes de esta zona extrema”, destaca el presidente de la CChC Arica, Esteban Labra.
Ayudará también a controlar las crecidas del Río Lluta, provocadas por el invierno altiplánico y las lluvias intensas en otros períodos del año, en el contexto del cambio climático, evitando así los daños a los predios agrícolas. Por otro lado, posibilitará el resguardo del agua para proteger la biodiversidad en la desembocadura del Río Lluta, tal como lo destacó la titular del MOP en la ceremonia de inauguración.
“El embalse es importante para cuidar el humedal que está al final del valle en las playas de Arica, porque este es un embalse que considera un flujo de agua para abastecer y mantener ese humedal, por lo que estaremos monitoreando su desarrollo para asegurar que el humedal se mantenga apropiadamente”, dijo Jessica López.
“LA CONSTRUCCIÓN DE ESTA OBRA
permitirá garantizar la capacidad de riego en el Valle
de Lluta, que tiene importantes cultivos, reafirmando
la relevancia que posee la infraestructura para mejorar
la calidad de vida”, destaca el presidente de la CChC
Arica, Esteban Labra.
OBRAS PRINCIPALES Y COMPLEMENTARIAS
Respecto de las dimensiones, el muro de la presa tiene 101 metros de altura y 274 metros de largo. La mole de hormigón armado, según indica Francisco Javier López, administrador de contrato del Consorcio Embalse Chironta, tiene un volumen de rellenos que alcanza los 2.300.000 m3, aproximadamente.
Como todo embalse, Chironta está conformado por un conjunto de obras hidráulicas, entre ellas el túnel de desviación, instalaciones de entrega de agua al río, evacuador de crecidas, además de una estación meteorológica y otra fluviométrica, encargada de monitorear las aguas a la salida del embalse, “la cual va equipada con sensores de nivel, de turbiedad y medición de caudal, cuyos datos se reportan vía telemétrica para su gestión y oportuna toma de decisiones”, detalla López.
Así también, se incluyó un proyecto fotovoltaico que busca aprovechar al máximo la alta radiación solar de la zona para proveer energía limpia a las instalaciones del embalse. La autogeneración eléctrica de Chironta se obtiene a través de una planta solar de 260 paneles fotovoltaicos, que en su totalidad tiene una capacidad de 119,6 kW.
En relación a las obras viales, el consorcio a cargo del proyecto construyó tres aminos que garantizan la interconexión
entre las distintas partes del proyecto y su enlace con la Ruta A-15. Ellas incluyen un puente que posibilita el tránsito de vehículos sobre el vertedero y una pasarela colgante sobre una quebrada.
El Embalse Chironta cuenta con un sistema de monitoreo e instrumental instalado que aporta datos en tiempo real del caudal y que se compone de cuatro acelerógrafos, siete medidores de juntas en tres dimensiones, 10 medidores de temperatura y 48 puntos de control topográfico, además de un medidor de nivel continuo y un flujómetro, instalado
en la tubería de entrega, que permiten saber en cada momento la cantidad de agua que se está entregando al río, entre otros equipos de medición fluviométrica. “Todos estos instrumentos facilitan información en tiempo real del comportamiento de la presa en cuanto a sus deformaciones y nivel de saturación de agua”, explica Francisco Javier López.
Con todo, el presidente de la CChC regional valora esta obra como un hito para el extremo norte del país. “Es, sin duda, una de las iniciativas más grandes de la historia de
Arica y Parinacota, y que va en la línea con lo que promueve la CChC Arica: obras que generen desarrollo con miras al 2029, en el marco de los 100 años de la anexión al territorio nacional”.