Las nuevas instalaciones gremiales están conformadas por lugares abiertos, amplios y conectados con tecnología de punta, donde es posible intercambiar ideas y potencias el trabajo en equipo para lograr mejores proyectos y soluciones. Todo está diseñado con los mayores estándares de la industria, para que la CChC continúe siendo una organización que marque la pauta por muchos años más.
Por Jorge Velasco Cruz_ Fotos Vivi Peláez
Pasaron cuatro presidentes de la Cámara Chilena de la Construcción (Gastón Escala, Daniel Hurtado, Jorge Mas y Sergio Torretti) para que la institución tuviera sus nuevas oficinas. Hoy la CChC ocupa cinco de los 24 pisos del nuevo edificio gremial, junto con otras organizaciones vinculadas, de alguna manera, con esta institución.
Las nuevas oficinas de la CChC se distribuyen en algo más de 6.000 m2 y ocupan desde el primer subterráneo hasta el piso cuatro. El nivel -1 es una zona gremial, donde hay siete salas de comité, un auditorio, oratorio, comedor y cafetería, con una cocina que está directamente conectada con el -2, a través de un montacargas. A su vez, el Centro de Extensión y de Documentación se encuentran en el primer piso, y en el segundo nivel se ubican las secretarías y gerencias gremiales, el Café del Socio, el taller de inglés y un gimnasio. En la tercera planta está la Presidencia de la CChC y las salas de directorio –con una decoración y materialidad diferentes al resto de las instalaciones- y una terraza. En el cuarto se ubican oficinas de administración, como gerencias y áreas de Estudio, Marketing, Comunicaciones, Finanzas y Tecnologías de la Información (TI), entre otras.
Pedro Pablo Pizarro fue el socio encargado –nombrado por el presidente Daniel Hurtado- de llevar adelante la tarea de darle una impronta a las nuevas instalaciones y de encabezar el proyecto de habilitación. Para ello debió contratar a un gerente y adjudicar el proyecto de arquitectura (RyV Arquitectos), además de las especialidades. “Había que hacer un levantamiento de lo que existía, interactuar con la parte administrativa de la Cámara y definir los estándares y qué es lo que se quería hacer”, recapitula.
Las flamantes instalaciones otorgaban una nueva oportunidad a la entidad gremial: cómo ofrecer un lugar que se adaptara a las nuevas tendencias, que potenciara el trabajo en equipo e interpretara a nuevas generaciones como los millennials y las que vienen después. Por ello, una comisión viajó a la ciudad de Chicago con el fin de empaparse de las últimas novedades en el diseño de oficinas.
“Nos pidieron que el lugar de trabajo sea un entorno de cooperación, que refleje las aspiraciones de la organización y mejore el rendimiento, logrando que los colaboradores sean más eficaces y eficientes”, apunta el arquitecto Rafael Videla, socio de RyV Arquitectos. “Había que buscar un layout de la planta que fuese amigable, entretenido, que concentrara los equipos de trabajo y que, a su vez, permitiera que se compartan ideas”, agrega Nelson Navarro, socio y gerente de GIP Gestión Integral de Proyectos, empresa a cargo del gerencia- miento técnico de la habilitación de las oficinas de la CChC.
Este trabajo comenzó en 2014, cuando se estaba construyendo la obra gruesa. “Comenzamos muy al principio para poder intervenir la estructura del edificio y no tener sobrecostos al hacerlo con este ya construido”, comenta Nelson Navarro.
CERTIFICACIÓN LEED Y CESLas oficinas de la CChC están postulando a la certificación LEED versión 2009, bajo la categoría “Commercial Interiors”, específica para habilitaciones de recintos al interior de edificios de planta libre. El objetivo es lograr el nivel Silver, que exige entre 50 y 59 puntos.
“Una parte del puntaje se está obteniendo gracias a la ubicación del edificio, conectado a distintos medios de transporte público, cercano a servicios y áreas densamente construidas, tanto residenciales como comerciales, además de contar con estacionamientos y camarines para ciclistas. Todo lo anterior disminuye los traslados al edificio y promueve el uso del transporte público y alternativo, por sobre el automóvil. Además, el proyecto logra gran parte del puntaje gracias al ahorro en la demanda por agua potable; la selección de artefactos sanitarios y griferías de bajo consumo”, explica Tamara Quiroz, arquitecta consultora de la consultora Efizity, que está llevando a cabo el proceso. A estas características se suma la incorporación de artefactos de cocina e iluminación LED de bajo consumo, con una disminución de un 25% con respecto a la potencia instalada total de un caso base con este tipo de luminarias. A ello se agrega que sobre el 80% de los equipos de computación -incluyendo monitores, impresoras y notebooks- tienen certificación Energy Star, la cual valida el bajo gasto de los artefactos mientras están apagados.
Las oficinas también están postulando a la Certificación Edificio Sustentable (CES), válida para edificios de uso público en Chile. Si bien, explica Tamara Quiroz, es bastante similar a la certificación LEED en ciertos parámetros, algunos son exclusivos de ella:
- La aislación acústica del edificio con el exterior: el proyecto contempla un cristal termopanel, cuya aislación acústica cumple con la exigencia CES de 25.
- Hermeticidad de la envolvente, que disminuye las pérdidas térmicas del edificio.
- El proyecto de iluminación asegura niveles de iluminancia en cumplimiento con la Norma Chilena de
- Todas las cañerías y ductos de clima han sido apropiadamente aislados, de modo de asegurar la eficiencia del sistema de climatización.
Durante la concepción del proyecto, aparecieron conceptos que debían quedar plasmados en la nueva CChC y que van más allá de los metros cuadrados: transparencia, sistemas de comunicaciones de avanzada, muebles inteligentes, zonas colaborativas y más puntos de encuentro, donde es posible intercambiar ideas junto a un café. Eso se traduce hoy en una estructura que se basa en espacios de conectividad permanente (tanto individuales como de grupo), flexibles y que logran conjugar una amplia gama de estilos y actividades.
Los diferentes pisos tienen sitios más abiertos, son vidriados y cuentan con alta luminosidad, lo que promueve la transparencia hacia el interior del recinto. Por eso, se eliminaron los tabiques –a excepción de salas de reuniones y oficinas de gerentes, que tienen tabiques vidriados- y se privilegiaron las plantas libres, entregándole a los muebles el rol principal en la separación de las oficinas.
Entre las distintas instalaciones, se destaca la escalera como un elemento de conectividad transversal para toda la organización. También resaltan las salas colaborativas, que promueven el trabajo en conjunto y que disponen de sistemas de conexión para computadores personales, telefonía, internet y pantallas de alta definición para comunicarse por videoconferencia con distintos puntos del país o del extranjero.
Entre las salas con las que el antiguo edificio no contaba y en este sí están presentes, figuran el Centro de Extensión, el gimnasio y el taller de inglés, donde se desarrollará un programa avanzado de enseñanza de este idioma para los socios.
En tanto, el comedor ya no responde al concepto de casino –solo un lugar para comer-, sino que se amplió a la idea de contar con un espacio que sea un punto de encuentro para los trabajadores, los socios de la CChC y sus invitados. Esto implicó la incorporación de ideas más lúdicas e informales para su mobiliario y conectividad que permita trabajar en línea.
El concepto de contar con lugares iluminados también se extendió al primer subterráneo, donde no llega la luz natural y para lo cual se llevó a cabo un trabajo especial que permitió asemejarlo a un sitio con luz solar. En dicho piso, el auditorio, con capacidad para 344 personas, es probablemente una de las joyas de las nuevas oficinas de la CChC. “El encargo consistió en que fuera cómodo para el usuario y con un buen espacio entre los asientos. Se privilegió el ancho de las butacas y se hizo un tratamiento acústico importante”, comenta Nelson Navarro.
Con todas estas características, las nuevas oficinas de la CChC son, sin duda, el comienzo de un nuevo ciclo para la entidad gremial. “En su plan estratégico, la Cámara definió que debía ser un Think Tank importante en Chile y una voz con autoridad para ayudar a que el país sea más grande. Por lo tanto, hay que propender a la innovación, la creatividad y el trabajo colaborativo. El mayor conocimiento se produce cuando hay mayor diversidad y espacios para comunicarse. Estas oficinas apuntan a eso”, resume Pedro Pablo Pizarro. Los colaboradores de la CChC se trasladaron al nuevo edificio durante la segunda quincena de febrero.
SISTEMA DE COMUNICACIÓNAl hablar de conectividad, la CChC pensó en un sistema avanzado de Cisco e instalado por la empresa Blacknet. Hizo una alta inversión en tecnología de data center, redes e infraestructura tecnológica, que garantice una comunicación 24/7 entre todos los integrantes de la Cámara, a lo largo de todo el país, y a la misma velocidad, sin importar dónde se encuentren y qué dispositivo utilicen.
“A través de Cisco Jabber, tenemos un sistema de comunicación unificada. Con esta aplicación, a través del celular o computador, podemos tener comunicación por chat con todos los colaboradores de la institución, recibir llamadas telefónicas desde cualquier punto de Chile y fuera del país y, además, hacer videoconferencias. Con esta solución, no es necesario tener un equipo telefónico estándar propiamente tal y eso nos permite movilidad”, explica Fabián Bernstein, subgerente de TI de la Cámara Chilena de la Construcción. A este sistema se unen nueve equipos de videoconferencias en la sede nacional en Santiago, además de otros ubicados en las cámaras regionales.
Para garantizar que el sistema no falle, se establecieron más de 85 antenas de wifi en los cuatro pisos. Con ello se logra contar con una red inalámbrica que ofrece prestaciones similares a las establecidas por cable, con lo cual se apunta a obtener una redundancia de los servicios. A su vez, se implementó un data center con dos equipos (uno de ellos es de respaldo) que administran todas las redes de comunicaciones, tanto de Santiago como de regiones. Además, se instaló un doble canal de fibra óptica entre los pisos -1 y cuatro, y los servicios están respaldados por un grupo electrógeno.
Edición N°176, Marzo 2018