EL PROGRAMA CONSTRUYO MI FUTURO ES UNA INICIATIVA IMPULSADA POR LA CChC,
A TRAVÉS DE SUS CÁMARAS REGIONALES, PARA GENERAR VÍNCULOS SÓLIDOS ENTRE
LICEOS TÉCNICO PROFESIONALES (LTP) Y LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN.
BUSCA LOGRAR UN IMPACTO SIGNIFICATIVO EN LAS OPORTUNIDADES Y EN LA
CALIDAD DE VIDA DE LOS ESTUDIANTES Y SUS FAMILIAS, JUNTO CON MODERNIZAR
Y MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD DEL SECTOR. A PARTIR DE 2023 INCORPORÓ UNA
NUEVA ESTRUCTURA QUE BUSCA AUMENTAR SU EFECTIVIDAD.
Por Ximena Greene_Fotos gentileza CChC.
Cada año egresan aproximadamente 10.000 estudiantes de alguna especialidad relacionada con el mundo de la construcción. Dónde se capacitan, qué nivel alcanzan y qué camino eligen son algunas de las interrogantes que en 2017 se hicieron en la CChC Puerto Montt, al formar el programa Construyo Mi Futuro, que tiene como objetivo facilitar y fortalecer la relación del sector construcción con los estudiantes y Liceos Técnico Profesionales (LTP).
En la actualidad, a seis años de su inicio, Construyo Mi Futuro es ejecutado en 15 cámaras regionales, con más de 70 socios involucrados, y ha aumentado su cobertura de 17 a 89 liceos en todo Chile, beneficiando a 8.254 alumnos.
Según Manuel Ureta, subgerente de Formación Capital Humano de la CChC, la idea detrás de este proyecto es vincular a los establecimientos educacionales y a sus alumnos con las empresas del rubro, con el fin de permitir una correcta capacitación y posterior inserción laboral de jóvenes que tengan como proyección dedicarse a esta actividad. “La gran ventaja de esta iniciativa es que, a pesar de tener una planificación estándar, es muy aterrizada a las necesidades de cada territorio en donde se ejecuta el programa”, señala.
Para tener ese acercamiento territorial se establecieron cuatro macrozonas abordadas
por dos organizaciones: ONG Canales desde las regiones de Antofagasta a O´Higgins, y de Los Ríos a Magallanes, y Educando en Red desde la Región del Maule hasta la Región de La Araucanía. Ambas se encargan de ejecutar el programa y, a su vez, de conectar y vincular a los jóvenes y a los profesores con las empresas y los distintos actores del sector en cada territorio, para que realicen sus estudios, se capaciten, hagan su práctica profesional y, los que así lo deseen, continúen sus estudios o bien tengan una adecuada inserción laboral.
A pesar de su éxito, a fines de 2022 las entidades ejecutoras hicieron un exhaustivo levantamiento de información, en el que detectaron una tendencia a la baja en la cantidad de estudiantes y en las tasas de ocupación. Algunas de las razones que explicarían estos hechos son, primero, que los jóvenes tienen una negativa percepción
del sector construcción, ya que lo relacionan con menores oportunidades de desarrollar trayectorias formativas y laborales atractivas en el tiempo, y, además, la falta de estabilidad laboral en los contratos por faena.
ENTRE 2022 Y 2023, EL PROGRAMA
desarrolló un modelo de intervención homogéneo, con
indicadores y metas claras que permiten medir los
resultados en todos los territorios en donde se ejecuta.
A partir de ello, se propusieron cuatro ejes: Atracción,
Formación, Vinculación con la Industria y Gobernanza.
NUEVO MODELO
Entre 2022 y 2023, el programa desarrolló un modelo de intervención homogéneo, con indicadores y metas claras que permiten medir los resultados en todos los territorios en donde se ejecuta. A partir de ello, se propusieron cuatro ejes: Atracción, Formación, Vinculación con la Industria y Gobernanza. “Estos buscan darle sostenibilidad a largo plazo al programa, fortaleciendo la relación y coordinación con las cámaras regionales y el sistema productivo”, señala Ureta.
Los dos primeros quieren promover la elección de una trayectoria laboral en la industria
de la construcción para estudiantes de Enseñanza Media Técnico Profesional (EMTP) y, al mismo tiempo, fortalecer las competencias laborales necesarias para trabajar en ella. El tercer eje tiene como objetivo potenciar la incorporación de jóvenes egresados de la EMTP. En tanto, el cuarto pretende fortalecer el trabajo desde el gremio para la búsqueda de soluciones conjuntas en el fortalecimiento de los estudiantes de aquellas especialidades ligadas a la construcción, por medio de un Consejo Asesor Empresarial (CAE). Esta instancia consultiva y deliberativa será en la que se tomen las decisiones para la correcta implementación de este programa en cada macrozona.
Un ejemplo de ello fue la participación de diversas Cámaras regionales en el marco de la conmemoración de los 81 años de la Educación Técnico Profesional, en donde más de 5.000 estudiantes participaron en charlas, visitas a obras y ferias vocacionales, las cuales contaron con participación de representantes del CAE de las distintas sedes.
“Estas actividades presenciales tuvieron por objetivo mostrarles a los alumnos, sus familias y los docentes, que el sector de la construcción puede ser una opción atractiva, como también vincular a las empresas con Liceos Técnico Profesionales para atraer y retener nuevos talentos”, comenta el subgerente de Formación Capital Humano de la CChC.
MEJORA CONTINUA
Si bien uno de los desafíos para el futuro es continuar expandiendo las redes hacía más establecimientos técnicos que impartan especialidades relacionadas con el rubro de la construcción, actualmente el Programa Construyo Mi Futuro está enfocado en mejorar la implementación de su nueva estructura, fortaleciendo los cuatro ejes de trabajo y su integración con la acción estratégica y los indicadores. “Estamos enfocados en qué aprenderemos este año para que el próximo mejoremos y le demos sostenibilidad de largo plazo al programa”, apunta Ureta.
Una de las innovaciones propuestas en 2023 tiene que ver con la capacitación y formación docente. Para ello, la iniciativa se encuentra levantando información, a través
de un catastro de los educadores que han recibido formación pedagógica o alguna actualización técnica, para así poder sistematizar y complementar esa formación con otras instancias.
Del mismo modo, otra de las novedades que se están incorporando este año por primera vez, tiene que ver con el seguimiento de los egresados, con el objetivo de ver si es que están estudiando efectivamente carreras ligadas a la construcción o si están trabajando en algunas de las empresas del sector.
“Estas dos nuevas aproximaciones nos ayudarán a ver cómo podemos continuar apoyando de manera efectiva a los establecimientos desde el punto de vista formativo. Nos darán luces sobre cómo, desde el programa, podemos complementar lo que ya se entrega en los Liceos Técnico Profesionales, para darles más herramientas a los estudiantes, con el fin de que después se inserten efectivamente en el mundo laboral”,
explica Manuel Ureta.